Esta vez probamos con unas pencas un poco más maduras. Les quitamos los picos, las lavamos, cortamos y al horno con un poquito de aceite.
Pero o le faltó más tiempo en el horno o no se pueden hacer así si están tan maduras, porque quedaron bastante duras (es que tienen muchísima fibra), así que en otra ocasión probaremos la misma fórmula pero con pencas tiernitas, jovencitas.
De todas formas a la barriguita que fueron a la hora del almuerzo.
Aquí las tenemos, junto a unas papitas, unos huevitos y las pencas tiernitas guisadas y en revuelto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario