Esta circular no puede faltar en un calendario de rutas, así que nos dispusimos a disfrutar de una hermosa tarde en Agua García.
Iniciamos y finalizamos nuestra ruta en el área recreativa Lomo la Jara. Con mucha alegría nos introducimos en el hermoso Bosque de Laurisilva para visitar a los Guardianes Centenarios (Enormes y muy antiguos Viñátigos).
Bajamos hacia las profundidades y allí encontramos una señal: las hojas y los frutos nos acercaron a los hermosos "Guardianes".
El Viñátigo es un árbol robusto, endémico de los archipiélagos de la Macaronesia. Está incluido dentro del catálogo de especies protegidas de Canarias.
Es un árbol de gran tamaño, 20 m de altura media, aunque puede alcanzar los 30 m. Su tronco es recto y fuerte y está cubierto por una corteza gris bastante oscura y agrietada. La copa grande y densa en cuanto a ramificaciones posee unas hojas más largas que anchas con forma de lanza y pueden llegar a medir 20 cm de largo, aunque el tamaño medio es de 15cm. Cuando van envejeciendo el color de las hojas cambia a naranja rojizo y se mantienen en el árbol por un tiempo. Las flores son de color blanco y forman grupos en los finales de las ramas. El fruto es una baya de color negro, más brillante cuando madura, de aproximadamente 2 cm, y es uno de los alimentos preferidos de las palomas rabiche y turqué.
Contiene unos alcaloides que atraen a las ratas, las cuales muerden sus brotes jóvenes y se emborrachan.
Después de identificar tan grandiosos árboles, nos dirigimos hacia Las Cuevas de Toledo o Cuevas del Vidrio.
Es un laberinto de cuevas excavadas con el fin de obtener "traquita", una variedad de mineral empleado en la elaboración del vidrio. Esta práctica fue habitual en la zona entre el siglo XVI y XX.
Y para finalizar una fantástica jornada, merendamos en el área recreativa.











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