Como había llovido un poco por Anaga, fuimos a refrescarnos paseando por la típica circular de Taganana.
Aún sin amanecer ya estábamos andando hacia los Auchones, llegando con las primeras luces del día a Tamadiste.
El barranco estaba en un 60% de su esplendor, es decir, hermoso para tan poca lluvia. Vimos que andan poniendo barandillas nuevas y que el desprendimiento sigue en el mismo lugar, por lo que hay que seguir cogiendo el desvío. Llegamos hasta Afur y nos tomamos un cafecito con D. José, alegrándonos que estuviese estupendo de salud.
Ya desde Afur y con las pilas recargadas tiramos hacia La Cumbrecilla y bajamos a Taganana.
Y como recompensa nos fuimos a San Andrés a deleitarnos con un sabrosísimo helado.
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