Los germinados son muy ricos en nutrientes, ya habíamos probado el trigo, las lentejas y los garbanzos, ahora experimentamos con la chia.
En un recipiente mas o menos de unos 5 cm de alto ponemos una servilleta de cocina (para que mantenga la humedad) en el fondo, luego añadimos las semillas de chia por toda la servilleta y la humedecemos bastante pero sin que llegue a quedar agua fuera de la servilleta. Si ves que quedó agua, la escurres y listo.
Para humedecerla utilizamos una botella pequeña de las de agua con la tapa perforada con agujeritos.
Una vez que la chia esté húmeda y no encharcada, la ponemos en algún lugar que le llegue la luz natural, no hace falta ponerla en sitios oscuros, pero no debe llegarle directo el sol.
En dos días ya comienza a crecer, para ello tenemos que humedecerla cada día por la mañana y por la noche, ya que ahora con estos calores se seca muy rápido, si ven que a mediodía está seca la servilleta, humedecerla un poco. En invierno tan sólo hace falta humedecerla una vez al día.
El 4º día ya está bien crecidita, tan sólo seguimos humedeciéndola y ya en el 5º se puede cosechar y comer en ensalada, batidos, jugos verdes, bocadillos, como más les guste.
Para sacarla se corta con unas tijeras y listo. La semilla queda pegada en la servilleta, lo que nos comemos es el germinado. Es como cortar el pelo.
Y aquí tenemos una rica ensalada del huertito con tofu y el germinado de chia.





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