Volvemos a pasear por la isla de Gran Canaria, explorando sus hermosos rincones.
Esta vez, anduvimos por el municipio de Valsequillo, concretamente en un maravilloso lugar: El Rincón de Tenteniguada, núcleo de población rural de la Caldera erosiva de Tenteniguada, quizás uno de los espacios rurales, mejor conservados y más atractivos paisajística y ambientalmente de Gran Canaria. Se caracteriza por el cultivo de la guinda.
Iniciamos y finalizamos la ruta en la plaza del lugar, adentrándonos en el fantástico Barranco de Coruña.
Desde lo alto nos vigila el Roque Jincado (al que visitaremos en otra ocasión). El barranco nos inunda con su belleza, tanto por las formaciones geológicas que lo acompañan, como por la floración de las plantas del lugar.
Luego iniciamos el ascenso hacia el Roque de La Vela.
Dicho roque, caprichosa estructura de la naturaleza, ha sobrevivido a los efectos de la erosión, para convertirse en un mirador, tanto de la semicuenca de Tentenigueda y el Roque Grande, como todo el municipio de Valsequillo, e incluso pudimos ver La Isleta.
Después de un buen desayuno, iniciamos el descenso hacia la plaza, pasando por casas cuevas y zonas agrícolas. Finalizando en el fantástico restaurante donde disfrutamos de un fantástico almuerzo, mientras las nubes iban inundando todo el paisaje.






















































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