Aún sin salir el sol nos lanzamos a disfrutar de esta hermosa ruta.
Comenzamos nuestro paseo en el Mirador de Chipeque y nos dirigimos con mucha alegría hacia La Orotava.
Cogimos un tramo del GR-131 disfrutando de los hermosos paisajes que se nos iban presentando.
Nos tocó caminar por entre las nubes, por lo que nos quedaron pendiente muchisimos paisajes por sentir, pero la magia inundaba el lugar.
Con mucha energía y respeto caminamos por el hermoso Camino de La Virgen hacia La Crucita.
Ya en La Crucita nos dirigimos hacia Ayosa.
Y por supuesto con mucha alegría, seguimos paseando hasta el Mirador de Chipeque, donde finalizamos nuestra ruta.

